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El 10% de las personas que son diagnosticadas de cáncer en España se encuentran en una situación laboral extremadamente vulnerable, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer

Durante 2022 se han registrado 290.175 casos nuevos de cáncer, de los cuáles 100.897, más de un tercio, han sido detectados en personas de entre 40 y 65 años de edad, una amplia franja en edad de trabajar, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Además, un 10% de las personas diagnosticadas se encuentran en una situación laboral extremadamente vulnerable (desempleados, autónomos, etc.), la cual puede verse empeorada por la repercusión de la enfermedad. La Asociación Española Contra el Cáncer, a través de su iniciativa ‘Todos Contra el Cáncer’, recuerda la importancia de mejorar la atención de pacientes y sus familiares, no solo para cubrir sus necesidades clínicas, sino también las no clínicas, y reducir así el impacto que causa a nivel laboral y económico.

Según los últimos datos registrados por el Observatorio de la Asociación en su informe ‘Impacto del cáncer en España’, la incidencia de cáncer en personas en situación de vulnerabilidad laboral en España es de 28.180, de las cuales 10.488 estaban en situación de desempleo, 13.040 eran trabajadores por cuenta propia y 4.652 por cuenta ajena con rentas inferiores al salario mínimo interprofesional. Esta situación laboral puede empeorar después del diagnóstico, puesto que estas personas pueden verse obligadas a abandonar su trabajo, a hacer un cambio en el mismo o a reducir el número de horas dedicadas a trabajar como consecuencia de la asistencia a consultas médicas o tratamientos. Además, la repercusión en la salud que genera la propia enfermedad impide a los pacientes seguir con su vida diaria.

Como consecuencia de los abandonos de trabajo o los ajustes en el mismo por reducciones de jornada, bajas o incapacidad laboral, se produce una reducción de ingresos de los pacientes que se encuentran trabajando en el momento del diagnóstico y, por ende, una pérdida de su productividad. Pero también afecta a sus cuidadores más cercanos, que muchas veces se ven obligados a abandonar también su trabajo para cuidarles. La iniciativa ‘Todos Contra el Cáncer’ promueve la implicación de las empresas en la mejora de la atención de los pacientes y sus familias. En este sentido, existen diversos mecanismos y políticas que pueden ayudar a mitigar el impacto que esta enfermedad puede tener en la persona trabajadora.

Impacto económico del cáncer

Por otro lado, al verse afectada la situación socioeconómica y laboral de los trabajadores diagnosticados con cáncer, su dependencia económica de terceras personas, como familiares y amigos, aumenta de forma significativa en el 20% de los casos, siendo mayor aún en las clases medias y bajas, según se recoge en el informe ‘Impacto del cáncer en España’, realizado por el Observatorio del Cáncer de la Asociación. El cáncer implica una serie de costes que muchas familias tienen que asumir a pesar de sus escasos ingresos: los tratamientos, desplazamientos y alojamientos, equipamientos y obras en casa para facilitar su vida diaria, cuidados, etc. De hecho, un 68% de los hogares han asumido más de 10.000 euros de gastos directos producidos por la enfermedad, en la mayoría de los casos con el apoyo de las aportaciones económicas de la Seguridad Social, los seguros privados, las ONG’s y las familias.